sábado, 28 de julio de 2012

La noche más larga


23 de junio, 20:00 todo está a punto de comenzar. Todo está en un perfecto desorden; las toallas como de costumbre, no han durado limpias ni ordenadas ni un segundo, comienzan a dejar de verse mochilas y pertenencias, chanclas que cobran vida y empiezan a planear un perfecto plan de fuga. Esa pequeña esencia de hierbajos chamuscados, el olor a humo, empiezan a hacerse notar. Mientras, va atardeciendo, todos juntos en la arena, todos tirados en las zonas que han conseguido quedarse en la superfície de las toallas, descorchando botellas, riendo, cantando, simplemente se respira paz, se puede palpar el resto del verano, casi se roza con las yemas de los dedos.
El fuego está bien presente, es el imán que nos  hace estar a todos unidos, los nervios nos quieren jugar una mala pasada, hoy son excesivos y están más presentes que de costumbre, parece que esto empieza. La esperanza de un beso que sería de película, amistades que se refuerzan con los te quiero frutos de una buena borrachera, abrazos, besos, bailes, nuevas amistades, el disfrute de la soltería o la magia de tu pareja, momentos de intimidad entre tú, tus pensamientos y el mar. Reflexión, alegría...un perfecto cóctel molotov que combina todos tus sentimientos y pensamientos, que quieren ver la luz, pero con lo poco que te queda de lucidez consigues controlar.
Completamente a oscuras, con escasas prendas que te puedan tapar, pelo mojado, arena en la cara, con una chancla que se ha dado a la fuga, mucha arena en esos shorts, una mochila que parece estar enterrada a demasiados metros de profundidad, y en tu cabeza pocas neuronas con vida ya, y en tu cabeza ya sólo hay espacio para esa persona especial y para ver cómo el curso ha caído por fin a esa hoguera, junto con todas las penas y preocupaciones, todo se ha esfumado, ahora sólo quedan cenizas, cenizas que nunca jamás se volveran a reavivar porque ahora, ahora por fin ha comenzado el verano, ahora empieza lo bueno.
Ahora sólo somos tú y yo querido verano.